Hoy se ha publicado la
Revista CYL Digital No. 9 del Observatorio Regional de la Sociedad de la Información (ORSI) de la Junta de Castilla y León (pág. 7-9). He tenido la posibilidad de colaborar en ella con un artículo sobre MOOC, que puedo decir que es la antesala del Informe No.2 sobre MOOC, que publicaremos en SCOPEO a finales de este mes. Os dejo con el artículo:
¿Qué es un MOOC? ¿Cuánto vale hacer un MOOC? ¿Qué nos encontramos al entrar en uno? ¿Qué es lo nuevo que nos aporta? ¿Serán perdurables o transitorios?
Si queremos hablar de una revolución en el mundo del e-learning, no podemos dejar de hablar de los MOOC, Masive Online Open Courses. Y para entrar en materia, quiero hacer recordar al lector, que en años atrás, cuando te planteabas hacer un curso online, tenías en cuenta sobre todo: qué profesores impartían el curso, quien emitía el certificado del curso que querías hacer, si era un organismo oficial o no, y sobre todo, el coste del mismo.
Pues bien, con los MOOC tenemos reunidos estos tres requisitos. En primero lugar, la mayoría son creados y emitidos por Universidades, es decir, partamos de que la calidad va intrínseca al hecho de que el curso sea de una Universidad, debido sobre todo, a que es en éstas entidades donde se reúnen los expertos. Con lo cual, matamos dos pájaros de un tiro. Por un lado, tu certificado lo emite una Universidad, es decir un organismo oficial, y por otro lado, sabemos que es un material de calidad porque está “curado” y planteado por expertos en el área, muchos de ellos realizados por distinguidos y nombrados profesores universitarios. Pero ahora llegamos al tercer requisito: el coste del curso. ¿Cuánto vale hacer un curso MOOC? Si no quieres, no vale “nada más” que el tiempo que quieras dedicarle. El lector puede decir, ¿qué estás diciendo?, ¿es gratis? Bien empecemos por el principio de los tiempos.
Los inicios del MOOC se vinculan sobre todo la corriente OCW, Open Course Ware, que consistía en la publicación de materiales docentes de acceso libre y gratuito en la web. La institución creadora de esta corriente y de los MOOC es el Instituto Tecnológico de Massachusetts, MIT. Dicen que esta iniciativa fue la que impulsó este tipo de cursos, ya que pensaron que solamente con colgar los contenidos Universitarios en una web, era un poco “pobre” y con los MOOC podrían dar un paso más adelante.
Pero entonces ¿qué es un MOOC y que hay dentro de él? La letra M de su nombre hace referencia a Masivos. No es un curso dirigido a 50 o 100 personas, sino a miles. Pero, ¿por qué tantas personas en un curso? Aquí empezamos a hablar del Social Learning y del concepto de Comunidad. En los MOOC aprendemos de y con la Comunidad que se genera en este curso. No contamos con una figura de tutor como tal, debido a que sería imposible que respondiera a correos y preguntas de miles alumnos. Pero no es necesario. La metodología MOOC está creada a propósito con esta idea, y para ello, contamos con otras figuras que lo compensan. Como son por ejemplo la del dinamizador de comunidad, con el objetivo de que finalicen el curso la mayor parte de los alumnos que se matricularon; y por otro lado el curador, que será una persona experta en el contenido, que puede ser el profesor o no, y que guiará y orientará a los alumnos en los foros cuando se creen debates con dudas. Bien, ¿pero qué me voy a encontrar al entrar en un MOOC? Primero, un fácil acceso y registro a la plataforma, como es el caso de Miriadax. Posteriormente, y debido a que nos vamos a encontrar con la posibilidad de interaccionar con miles de personas, contamos con unas herramientas específicas para aumentar la interacción en la comunidad. Contamos con el rey de reyes: los foros. Éstos, tienen unas características diferentes a los que ya conocemos. Una de ellas es el Karma, cada usuario cuando interviene va a cogiendo prestigio ante la comunidad debido a que las participaciones que realiza son votadas por los otros usuarios. Luego existe la posibilidad de microetiquetar cada mensaje para conocer de qué trata lo que se ha escrito. Eso facilita encontrar la información en foros que normalmente tienen un gran tamaño. Además, hay también un sistema de seguimiento que permite ver cómo se avanza a través del curso. Consiste en reconocimientos mediante medallas o Budget.
El formato de los cursos es principalmente el siguiente: primero te encontrarás con un video de presentación y posteriormente unos contenidos que normalmente toman la forma de pequeños videos de corta duración, en dónde se explican las partes que se van a tratar. Después se apoyan con unos contenidos en formato pdf y unas pequeñas pruebas de autoevaluación en formato tipo test.
Una vez que completas el curso, y pongo como referencia los MOOC de la UNED (Universidad Nacional de Educación a Distancia), también denominados COMA (Cursos Online Masivos Abiertos), tienes dos opciones para conseguir la certificación, si es que la quieres. Una de ellas es la emisión de una constancia a las personas que han hecho todas las actividades del curso en línea, en las que figura que la UNED ha supervisado ese curso. Esto tiene un precio de 15€. Pero, por otro lado, si quieres pasar una prueba presencial en una de las sedes de la UNED, el coste está en torno a los 40-50€. Es decir, respondiendo a la pregunta que quedaba en el aire en el segundo párrafo, la respuesta es no, no es gratis si quieres la certificación. Sólo pagarás el curso si quieres la certificación.
Llegados a este punto, ¿qué cosas buenas nos aporta un MOOC? Dejando a un lado las “virtudes” que nos ofrece la enseñanza online en general, como por ejemplo la flexibilidad espacio-temporal, aprendo dónde quiero y cuándo quiero, el MOOC consigue democratizar el conocimiento. Hace que el conocimiento llegue a todas las personas del mundo y que éstas puedan ser ilustradas por expertos de renombre procedentes de Universidades como Harvard o Stanford, inalcanzables anteriormente. Ya no son sólo los alumnos de estas universidades los privilegiados en ser instruidos por “los mejores”, sino que ahora toda persona con inquietud y ganas de aprender puede acceder a los contenidos y el saber de estos maestros. Los MOOC en definitiva, dan un acceso universal a la educación de alta calidad. Además, las personas que realizan estos cursos, valoran el conocimiento a pesar de no tener que pagarlo. Se borra el tópico “Lo bueno es caro”.
Es difícil concebir los MOOC como sustitución a la enseñanza superior universitaria. Hay que admitir que conseguir un grado a base de créditos con cursos MOOC, es utópico. Pero sin embargo, sí le encontramos cabida a los MOOC cuando nos referimos a la formación permanente. Los MOOC son ideales para personas en activo o universitarios que están acabando o han acabado su formación, y quieren complementarla o ampliarla.
Entonces, ¿se trata de algo que puede perdurar en el tiempo o por el contrario es algo efímero? En mi opinión, se trataría de algo temporal si los empleadores o empresas no valoraran que sus empleados tengan esta modalidad de formación. En el momento en el que las empresas valoren que sus trabajadores o sus futuros empleados, cuenten en su currículum vitae con este tipo de cursos, estaremos ante algo que será más duradero. Además ahora, con Learning Analytics, que es una nueva herramienta que ha añadido Coursera (agregador de MOOC de la Universidad de Stanford), permite ver qué es lo que ha hecho un alumno en el curso y recoger las evidencias de cómo se ha comportado, y permitir, si ese alumno lo autoriza, a que esa información esté a disposición de empleadores. Como vemos es además, un medidor del talento y es un recurso muy útil para que las empresas estén en contacto con las Universidades para fines de contrataciones futuras.
Hoy por hoy, se escucha que son un negocio para las Universidades. De momento las estadísticas dicen lo contrario. ¿Es rentable mantener los MOOC? Detrás de un solo curso hay muchas personas trabajando: el profesor que crea el material, el equipo que lo maqueta, diseñadores, informáticos que mantengan las plataformas, etc. Hay mucho trabajo detrás de un MOOC. Y hoy por hoy no es rentable. Será rentable cuando comiencen a expedirse certificados, pero volvemos al tema anterior. La gente no los valorará por dos razones, la primera es si las empresas no lo hacen y dos, si la calidad de los cursos no es la esperada por el alumno. Todavía queda mucho camino.
He de decir que es un tema de reciente actualidad del que todo el mundo habla, pero todavía no tenemos datos fehacientes que nos iluminen el camino. Hay que trabajar sobre esos datos. Desde el Observatorio SCOPEO, tenemos en marcha el Informe No. 2 que saldrá publicado en Junio en el que intentaremos desenmarañar un poco más el mundo MOOC.
Para finalizar planteo la reflexión siguiente. Conocemos muchos casos de grandes empresas que por sus razones, no se han unido a determinada “ola” de tecnología o moda. Y con los años han acabado cerrando como por ejemplo KODAK. El coste mayor en estos casos es no subirse a esa ola. No es rentable en estos tiempos que corren ir a contracorriente.
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